¿ A quiénes se puede llamar intelectuales ?
¿ A quienes se puede llamar intelectuales ?16-06-2011
La
forma más universal, aunque no la única, de medir la educación y la
preparación intelectual de una persona es a través de la educación
formal que ésta posee. Es decir, mientras más haya estudiado una
persona más preparada académicamente se supone que es. Los países más desarrollados
invierten grandes sumas de dinero en la educación de sus ciudadanos, y a
nivel particular, las personas de más prestigio educativo son aquellas
que han logrado una buena educación en los mejores centros de enseñanza.
Se dice que la sociedad actual es la sociedad del conocimiento. Es de
sumo agrado conversar con alguien que domina muchos temas y que tiene un
buen léxico.
Sin
embargo, hay excepciones. No siempre el historial académico de una
persona determina su nivel de pensamiento, su capacidad intelectual y su
racionalidad. Hay excepciones que, aunque no determinen la regla, son
dignas de tomar en cuenta. Pues hay personas que no demuestran en su
nivel de pensamiento, lo que dicen sus títulos académicos, de modo que al momento de
medir su preparación hay que hacerlo a partir de lo que realmente son y
no a partir de lo que su historial educativo dicen que son.
Estas
excepciones adquieren más importancia en los países subdesarrollados,
donde la calidad de enseñanza de los centros educativos es deficiente.
Los países de tercer mundo al tener sistemas educativos deficientes, un
título no garantiza un nivel de pensamiento elevado. Y la forma de
evaluar al estudiante y al profesional no debe de ser simplemente por
su historial educativo, sino por su nivel de pensamiento. Las medidas
de evaluación de las personas a nivel educativo debe de ser más estricta
y los procedimientos de educación más rigurosos.
Pero
estos problemas de evaluación no sólo se concentran en los centros de
enseñanza, sino que las empresas e instituciones de trabajo a la hora de
avaluar a su personal no emplean los mecanismos que determinan la
capacidad intelectual y el desempeño del profesional que aspira a
ocupar un determinado puesto de trabajo, pues las empresas suelen
evaluar a partir del historial académico de las personas y no midiendo
su nivel de pensamiento.
No
obstante, hay otra realidad. Si bien el historial académico de una
persona no necesariamente determina su nivel de pensamiento, el que una persona no tenga un historial académico no es sinónimo de nivel de
pensamiento mediocre y nulo.
La
realidad es que muchas personas sin una preparación acabada han
desarrollado proyectos y han mostrado un nivel de pensamiento que no
han podido hacer personas aparentemente más capacitadas. Por citar un
ejemplo, el profesor Juan Bosch. El profesor como se le decía, logró
incursionar en diversos temas del saber cómo todo un experto. Por
ejemplo, en la Obra Judas Iscariote el Calumniado, Juan Bosch aborda el
tema de Judas como todo un teólogo. Al margen de si se está de acuerdo o
no con el contenido de este documento de Juan Bosch, lo cierto es que
la forma en que aborda el tema es de mucha altura. Pero, si empezara a
citar personas como Juan Bosch, creo que podría redactar un libro. Sin
embargo, quiero citar, como ejemplos, sólo dos personajes más, ya que
doquiera que se mencionan resalta lo que lograron realizar sin una
preparación formal.
Me refiero al científico Michael Faraday (1791-1867) y al misionero Guillermo Carey (1761-1834).
El
primero de estos personajes, Michael Faraday, fue un científico del
siglo 19, famoso por haber descubierto lo que se conoce en física como
la Inducción Electromagnética, es decir, que así como una corriente
puede producir un campo magnético variable, un campo magnético variable
puede producir una corriente eléctrica.
Faraday
no tuvo una educación formal, asistió a un colegio externo donde
aprendió a leer, escribir, y contar. Cuando tuvo trece años tuvo que
encontrar trabajo para ayudar a la economía familiar y fue empleado
haciendo recados para George Ribeau que tenía un negocio de librería.
No
obstante, en honor a la verdad, no se puede decir que Faraday era un
inculto e iletrado, ya que era un ferviente lector. La dificultad de Faraday es que no pudo asistir a la universidad y recibir una educación
formal para estar al nivel de los científicos de su tiempo. Por ejemplo,
Faraday escribió lo siguiente acerca de él: Mientras que fui aprendiz, amaba leer los libros científicos que caían en mis manos […] (Wikipedia).
El
descubrimiento de Faraday es de suma importancia y su nombre está junto
a de los grandes científicos. Lo que Faraday descubrió es usado en las
centrales hidroeléctricas, en generadores de electricidad y en diversos
aparatos, y abrió el camino a nuevas investigaciones concernientes a la
relación entre el magnetismo y la electricidad; como los aportes luego
hechos por James Clerk Maxuell (1831-1879) y Henrich Herz
(1857-1894).Incluso, una medida en física lleva su nombre: El Faradio.
Guillermo
Carey es el otro personaje que demostró que las capacidades
intelectuales y la superioridad, no necesariamente son medidas por los
grados académicos, sino por la capacidad de pensamiento, por la
racionalidad y por los niveles de conceptualización de las personas.
Este misionero fue uno de los más impresionantes en su labor. Aprendió
latín, griego, hebreo, holandés e italiano; todo de forma autodidacta.
Además, tradujo la biblia a treinta y cinco idiomas.
El
fundador de las misiones modernas de Inglaterra fue Guillermo Carey.
Trabajó como zapatero, fue autodidacto y llegó a ser ministro bautista
en 1789. Frente a una fuerte oposición empezó a insistir en el envío de
misioneros al mundo pagano. (…) a pesar de que no recibiera educación
en su juventud, llegó a ser uno de los principales eruditos del mundo en
el sánscrito y otras lenguas
orientales. Sus gramáticas y diccionarios aún se usan. Desde 1800 a 1830
fue profesor de literatura Oriental en la universidad de Fort William,
Calcuta .Murió en 1834 reverenciado por todo el mundo como padre de un
gran movimiento misionero. (Historia de la Iglesia, Jesse Lyman Hurlbut, pag.158, Editorial Vida, 1999).
Con
estos ejemplos podemos decir que, para que alguien sea llamado
profesional e intelectual, se debe de tener en cuenta, aparte de su
preparación formal, los aportes que hace en una determinada área. De esa
manera se puede decir que, por ejemplo, un teólogo no es,
necesariamente, aquel que tiene el titulo; sino aquel que produce cosas
de calidad en su área, y se podría decir lo mismo de muchas otras áreas
del saber.
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