El error de usar la expresión «mas sin embargo
Héctor B. Olea C.
Viendo esta mañana una de las revistas noticiosas e informativas más prestigiosas del país; una vez más salió a relucir la tan habitual confusión que exhibe no sólo un alto porcentaje de la población de a pié de la República Dominicana; sino también un alto porcentaje de los profesionales de todas las carreras, incluso un alto porcentaje de los profesionales de la comunicación social, y hasta de los educadores profesionales de todos los niveles del sistema educativo nacional.
La lamentable confusión a la que me refiero tiene que ver con el empleo erróneo, desacertado, vicioso e inadmisible, de utilizar al mismo tiempo, y contiguas, dos conjunciones adversativas, como si la segunda conjunción agregara un matiz necesario, especial y distinto al que ya expresa primera (cuando en realidad ambas conjunciones tienen el mismo valor y función gramatical, y que son sinónimas desde el punto de vista de la semántica). En tal sentido, es demasiado frecuente escuchar y leer expresiones tales como «mas sin embargo…», y «pero sin embargo…».
En suma, es evidente que son sinónimas las siguientes expresiones, aunque parece que dicha sinonimia no es siempre percibida:
Con la conjunción «mas»:
El gobierno se comprometió con atacar la corrupción; mas en la práctica hace lo contrario.
Con la conjunción «pero»:
El gobierno se comprometió con atacar la corrupción; pero en la práctica hace lo contrario.
Con la conjunción «sin embargo»:
El gobierno se comprometió con atacar la corrupción; sin embargo en la práctica hace lo contrario.
Con la conjunción «no obstante»:
El gobierno se comprometió con atacar la corrupción; no obstante en la práctica hace lo contrario.
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