Cambiar la justicia dominicana

Pedro Lara
08 de Abril 2015
Sin embargo, la indignación por lo de Felix Bautista no sólo se debe quedar en comunicados y protestas a través de las redes sociales, es necesario pasar a la acción. Hay que proponer como se puede resolver el problema de la desconfianza en la justicia de nuestro país. Por más marchas, protestas y movilizaciones que se hagan, no tendremos un cambio de la situación actual en la justicia dominicana. La única manera en que se puede cambiar el panorama actual de la justicia es con una nueva composición de jueces y de las altas cortes. Esto sólo es posible a través de un nuevo Consejo Nacional de la Magistratura en el cual la oposición tenga mayor representación, pero esto lleva a otra realidad: La oposición necesita tener mayoría en el poder legislativo y/o controlar el poder ejecutivo.
Esta toma del poder por parte de la oposición se enfrenta a dos grandes problemas:
En primer lugar, la oposición se enfrena a la realidad de que las autoridades encargadas de dirigir el proceso electoral, son parte de Las instituciones bajo cuestionamiento por su falta de imparcialidad y su cuestionable vinculación con el partido gobernante. En segundo lugar, la oposición en la República Dominicana está bastante debilitada, y no goza de la confianza de la sociedad, principalmente de las personas ajena a la vida partidista. Este debilitamiento de la oposición, en parte es consecuencia de una estrategia del partido de gobierno, principalmente de su líder, Leonel Fernandez; que ha visto como sacar provecho de la división y debilitamiento de los partidos de la oposición.
Para poder lograr ganarse la confianza de la sociedad, la oposición debe presentar una opción que logre concitar el interés de la mayoría. La oposición debe reciclarse y demostrarle a la población que están en condiciones de producir los cambios que requiere el país en estos momentos. Sólo presentando una opción que logre aglutinar a los diversos sectores de la sociedad dominicana, podría la oposición lograr una victoria electoral que impida cualquier intento de vulnerabilidad de la voluntad popular. No obstante, si se comete el error de elecciones anteriores de llevar como candidato a alguien, que en lugar de sumar apoyo de los diversos sectores de la sociedad, lo que haga sea ofender y escandalizar, olvidémonos de cambio de la situación actual en la justicia y en la instituciones del país, y acostumbrémonos a PLD para largo.
En primer lugar, la oposición se enfrena a la realidad de que las autoridades encargadas de dirigir el proceso electoral, son parte de Las instituciones bajo cuestionamiento por su falta de imparcialidad y su cuestionable vinculación con el partido gobernante. En segundo lugar, la oposición en la República Dominicana está bastante debilitada, y no goza de la confianza de la sociedad, principalmente de las personas ajena a la vida partidista. Este debilitamiento de la oposición, en parte es consecuencia de una estrategia del partido de gobierno, principalmente de su líder, Leonel Fernandez; que ha visto como sacar provecho de la división y debilitamiento de los partidos de la oposición.
Para poder lograr ganarse la confianza de la sociedad, la oposición debe presentar una opción que logre concitar el interés de la mayoría. La oposición debe reciclarse y demostrarle a la población que están en condiciones de producir los cambios que requiere el país en estos momentos. Sólo presentando una opción que logre aglutinar a los diversos sectores de la sociedad dominicana, podría la oposición lograr una victoria electoral que impida cualquier intento de vulnerabilidad de la voluntad popular. No obstante, si se comete el error de elecciones anteriores de llevar como candidato a alguien, que en lugar de sumar apoyo de los diversos sectores de la sociedad, lo que haga sea ofender y escandalizar, olvidémonos de cambio de la situación actual en la justicia y en la instituciones del país, y acostumbrémonos a PLD para largo.
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