2025

Pedro Lara {Dev}

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EL CUENTO DEL SHEMA COMO UNIDAD COMPUESTA

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¿ Es cierto que en Job 27.23 aparece la preposición לְ seguida del sufijo pronominal מוֹ ?

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Pedro Lara




Ante mi pregunta al señor Musa sobre por qué la preposición לְ (le) más el sufijo pronominal de tercera persona plural מוֹ (mo) es traducida en singular en Isaías 53:8, mientras que en el Salmo 99:7 la misma preposición es traducida en plural por prácticamente todas las versiones de la Biblia, el señor Musa nunca me respondió, aunque en el video asegura que esa es su área.

Sin embargo, una persona comentó tratando de responder a mi pregunta afirmando lo siguiente (lo coloco tal cual lo escribió el usuario @Dalvin._.C):

No necesariamente. Aunque en muchos casos לְמוֹ (lemo) tiene un uso plural, también puede usarse para referirse a un sujeto singular. En hebreo poético, como el de Isaías, esta preposición a veces funciona de manera idiomática para enfatizar la acción sobre un sujeto singular en un contexto más amplio.

Un ejemplo es Job 27:23, donde לְמוֹ se usa con un sujeto singular.

En Deuteronomio 32:35, לְמוֹ se usa en un contexto donde la interpretación no es estrictamente plural.

El contexto de Isaías 53 describe a un "Siervo sufriente" que es castigado por los pecados de otros. En la interpretación cristiana tradicional, este pasaje se aplica a Jesús, pero incluso en el judaísmo, la idea de que el "Siervo" es un individuo (como Moisés, Jeremías o el Mesías).

El texto debería usar verbos y pronombres en plural en todo el pasaje, pero la mayoría de los verbos y pronombres en el capítulo están en singular (ej. "fue herido", "llevó nuestras enfermedades").

En el versículo 8, la estructura gramatical apoya la idea de un individuo castigado en lugar de otros, no de un grupo que sufre colectivamente.

Pasemos a responder. Lo primero es que en Job 27:23 no aparece la preposición לְ seguida del sufijo pronominal מוֹ, como dice esta persona, el falso.  Lo que aparece es la preposición עַל (al) seguida del sufijo pronominal מוֹ, y efectivamente ha sido traducida en plural. Me temo que la persona que trató de refutarme confundió la preposición עַל con la preposición לְ solo porque ambas tienen una  ל (lamed). La forma עֲלֵימוֹ (aleimo) es la contracción de la preposición עַל  más la  forma plural del sufijo pronominal de tercera persona para nombres en plural.


Tal como dice el Diccionario Hebreo-Español de Luis Alonso Schökel:

La preposición על puede traducirse como: sobre, encima de, por y también tiene otros usos dependiendo del contexto:

  1. Sentido espacial:

    • Encima de, superior a.

    • En, junto a, cerca de.

  2. Sentido causal o instrumental:

    • Por, a causa de.

  3. Sentido normativo:

    • Según, de acuerdo con, a tenor de.

  4. Sentido adversativo o de oposición:

    • Contra.

Además, puede cumplir diversas funciones en la oración:

  • Como preposición pura: Se usa con verbos de ubicación (estar sobre, caer sobre), y en oraciones nominales.

  • Como complemento de ciertos verbos: Se usa con verbos que requieren la preposición “sobre” en su construcción, como arrepentirse de, compadecerse de, irritarse contra.

  • Como pseudopreposición: Se combina con un verbo simple para formar un nuevo significado, como ocurre en español con traer y contraer.

  • Como conjunción: Puede significar porque o aunque.

Unido a la preposición עַל (al), encontramos el sufijo pronominal de 3ª persona masculina plural מוֹ (-mo), que en este caso corresponde a nombres en plural. Los sufijos pronominales de nombres singulares se distinguen de los de nombres plurales por la yod presente entre la preposición y el sufijo pronominal, tal como lo muestra la palabra עֲלֵימוֹ

La persona dice que la preposición tiene un sujeto singular, sin embargo, aquí esta persona cae en otro error, ya que las preposiciones no tienen sujeto; quien tiene un sujeto singular es el verbo יִשְׂפֹּק (yiśpōq), que está en tercera persona masculina singular y ha sido traducido como "aplaudir", "batir las manos", entre otros.

Lo que debemos determinar es el complemento de la preposición עֲלֵימוֹ (aleimo), que en este caso es כַּפֵּימוֹ (kappêmo), un sustantivo plural femenino, algo que evidencia su terminación מוֹ (mo). עֲלֵימוֹ (aleimo) tiene la función de marcar el complemento directo del verbo "batir". El complemento directo es "manos", que en este caso tiene un sufijo pronominal que indica posesión: "sus manos".

Veamos cómo lo han traducido la mayoría de las versiones, confirmando lo que digo:

  • Nueva Biblia de las Américas: "Batirán palmas por su ruina".

  • Nueva Versión Internacional: "Agita las manos y aplaude burlón; entre silbidos, los arranca de su lugar".

  • Nueva Versión Internacional (Castilian): "Y desde su propio lugar le silbarán. Agita las manos y aplaude burlón; entre silbidos, los arranca de su lugar".

Habiendo dejado claro que Job 27:23 no tiene la misma construcción gramatical que aparece en Isaías 53:8, pasemos ahora al otro texto citado por nuestro amigo.

Deuteronomio 32:35 sí aparece con la preposición לְ más el sufijo pronominal מוֹ, y ha sido traducido en plural por la mayoría de las versiones de la Biblia. Veamos:

  • Reina Valera 1977: "Mía es la venganza y la retribución;
    Para el momento en que su pie resbale,
    Porque el día de su aflicción está cercano,
    Y lo que les está preparado se apresura".

  • Biblia de las Américas: "Mía es la venganza y la retribución;
    a su tiempo el pie de ellos resbalará,
    porque el día de su calamidad está cerca,
    ya se apresura lo que les está preparado".

  • Biblia del Jubileo: "Mía es la venganza y el pago, al tiempo que su pie vacilará; porque el día de su aflicción está cercano, y lo que les está determinado se apresura".

  • Dios Habla Hoy: "Para el día en que me vengue y les dé su merecido,
    para cuando llegue el momento de su caída.
    Ya está cerca el día de su destrucción,
    ¡ya se les acerca la hora!"

  • Nueva Traducción Viviente: "Yo tomaré venganza; yo les pagaré lo que se merecen.
    A su debido tiempo, sus pies resbalarán.
    Les llegará el día de la calamidad,
    y su destino los alcanzará".

Queda claro que לְמוֹ en Deuteronomio 32:35 ha sido interpretado en plural en la mayoría de las traducciones. Esto refuerza la inconsistencia en la traducción de Isaías 53:8, donde la misma construcción se traduce en singular.


En otra parte la persona dice lo siguiente:

El texto debería usar verbos y pronombres en plural en todo el pasaje, pero la mayoría de los verbos y pronombres en el capítulo están en singular (ej. "fue herido", "llevó nuestras enfermedades").


Mi respuesta es: El uso del singular en el pasaje no es evidencia de que se esté hablando de que se esté hablando de un personaje, sino un recurso lingüístico propio del hebreo bíblico, en el que un sujeto colectivo puede aparecer en singular gramaticalmente, aunque tenga un significado plural.

Un ejemplo claro de esto en español es la palabra  "pueblo", que es singular en forma, pero se refiere a una multitud de personas.

De la misma manera, en el pasaje mencionado, las formas verbales en singular ("fue herido", "llevó nuestras enfermedades") pueden referirse a un sujeto colectivo, representando a una comunidad o grupo en su conjunto. Este uso no es extraño en hebreo y enfatiza la unidad del colectivo bajo una misma experiencia o destino.

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¿Es cierto que en Genesis 4.26 no aparece el Tetrágramaton? Respuesta el "apologeta" Carlos Veloz

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Pedro Lara

En un video reciente sobre las contradicciones en el texto bíblico, que incluyó un debate entre el señor Carlos Fuentes, El Profundo,  Carlos Sierra y el señor Carlos Veloz (enlace al video: https://youtu.be/mkycy2MoAk0?si=qCAZl__Bys4DNG-b), Carlos Veloz afirmó que en Génesis 4:26 no se encuentra el tetragrámaton y que el texto hebreo dice "Adonay Elojenu".


Esta declaración, además de ser incorrecta desde un punto de vista académico, refleja una falta de comprensión de los principios básicos del hebreo bíblico y de las prácticas textuales de los masoretas, quienes desempeñaron un papel crucial en la transmisión del texto bíblico. Realizar afirmaciones lingüísticas sobre textos antiguos, especialmente en un idioma como el hebreo, sin tener un conocimiento profundo del idioma y basándose exclusivamente en traducciones, es un error grave que puede llevar a conclusiones incorrectas y confundir a la audiencia.

Corrección de la afirmación de Carlos Veloz

El análisis del texto hebreo demuestra que en Génesis 4:26 sí aparece el tetragrámaton יהוה. Lo que Carlos Veloz afirma como "Adonay Elohenu" no tiene fundamento textual. En lugar de ello, el tetragrámaton יהוה está presente con las vocales de "Adonay", una práctica común realizada por los masoretas.

Los masoretas, al añadir vocales al texto consonántico hebreo para facilitar su lectura, tomaron precauciones para evitar que el Nombre Divino fuera pronunciado. Por esta razón:

  • Si el tetragrámaton aparece junto a Elohim, se le añadieron las vocales de Adonay.
  • Si aparece junto a Adonay, se le añadieron las vocales de Elohim.
  • Si el tetragrámaton aparece solo, como es el caso en Génesis 4:26, se le añadieron las vocales de Adonay, indicando que debía leerse "Adonay" (Señor) en lugar de pronunciar el Nombre Divino.

Texto hebreo de Génesis 4:26

El texto hebreo de Génesis 4:26 dice:

וְהוּא הִחֵל לִקְרוֹא בִּשְׁם יְהוָה
Ve-juḥ jilél likro b-shem YHWH
"Entonces, comenzó a invocar el nombre del Señor."

En este versículo, el término יְהוָה (YHWH) es el tetragrámaton, conocido como el Nombre de cuatro letras, que se refiere al nombre propio de Dios. Este término está presente en el texto hebreo, con las vocales de "Adonay" añadidas por los masoretas.

La falta de precisión en el uso de traducciones

Un error común al interpretar textos antiguos, como el Tanaj, es basarse exclusivamente en traducciones, sin consultar los textos originales. Las traducciones, aunque útiles, a menudo simplifican o interpretan de forma selectiva elementos que están presentes en el texto hebreo.

Por ejemplo, algunas versiones traducen יְהוָה simplemente como "el Señor" o "Dios", omitiendo el hecho de que el texto hebreo utiliza específicamente el tetragrámaton. Esto puede llevar a malentendidos, como el que ocurrió en el debate, donde se afirmó que Génesis 4:26 no contenía el tetragrámaton.

Sin conocimiento directo del hebreo bíblico y de las reglas que rigen la escritura masorética, cualquier análisis lingüístico puede resultar superficial e inexacto.

Riesgos de hacer afirmaciones sin bases sólidas

Hacer afirmaciones lingüísticas sobre un texto como la Biblia, especialmente en debates públicos, conlleva una gran responsabilidad. Estas declaraciones pueden influir en la comprensión que otras personas tengan sobre el texto y, si son incorrectas, perpetuar errores que podrían haberse evitado con un análisis más riguroso.

Sin una base sólida en hebreo bíblico, los principios de crítica textual y las tradiciones masoréticas, cualquier intento de interpretar el texto puede llevar a errores graves. Es imprescindible que quienes participan en debates de este tipo recurran a fuentes académicas confiables y cuenten con un conocimiento profundo del idioma original.

En el debate mencionado, la afirmación de que Génesis 4:26 no contiene el tetragrámaton y que el texto hebreo dice "Adonay Elohenu" es completamente errónea. El texto hebreo utiliza claramente el tetragrámaton יהוה, con las vocales de "Adonay" añadidas por los masoretas para evitar su pronunciación directa.

Invito a quienes deseen profundizar en este tema a consultar estudios académicos y análisis del texto masorético para entender la complejidad y riqueza del texto bíblico en su idioma original. También pueden ver mi video donde explico el uso de Adonay y Elohim en el Tanaj:
https://youtu.be/Ko-tePWiGZc?si=MFSyKPSYdtabytAg.


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La pregunta que nunca han podido responder los apologetas: El politeísmo en el Tanaj | Pedro Lara

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La pregunta que nunca han podido responder los apologetas



Los apologetas modernos suelen basar su argumentación fundamental en la filosofía para respaldar la creencia en un único Dios que se ha manifestado como tal desde siempre y que creó el universo ex nihilo (de la nada). Sin embargo, en la mayoría de los casos, los apologetas dejan de lado lo que dicen los propios textos bíblicos, que deberían ser la base principal de su argumentación.

Esto podría deberse a dos factores principales. En primer lugar, que  la filosofía puede ser manipulada con relativa facilidad para ajustar sus argumentos a la posición que desean defender. Y en segundo lugar a que muchos apologetas carecen de un conocimiento profundo de los textos bíblicos. Esto, a su vez, puede deberse a que resulta más complejo trabajar la apologética basándose exclusivamente en las Escrituras, en comparación con la filosofía.

Este fenómeno guarda cierta similitud con la relación entre la teología y las ciencias bíblicas. La teología es más moldeable, lo que permite construir diferentes perspectivas, por eso hablamos de "teologías" (como señala Joachim Jeremias en su libro Teología del Nuevo Testamento). Esto explica la existencia de diversas interpretaciones teológicas dentro de comunidades cristianas, como los bautistas, presbiterianos, luteranos, entre otros. En contraste, los estudios en ciencias bíblicas tienden a alcanzar consensos mucho más amplios y sólidos.

Un ejemplo del desconocimiento en ciencias bíblicas entre los apologetas lo vemos en uno de los mayores representantes de la apologética moderna, William Lane Craig. En una pregunta sobre el politeísmo de los antiguos judíos, Lane Craig confesó no dominar los temas de ciencias bíblicas. En su sitio web, Reasonable Faith, él mismo afirma:

"Cuando recibo una pregunta interesante sobre un tema que no es de mi especialización, a veces invito a un académico que sea experto en el tema para que responda la pregunta."

En este caso, la respuesta provino del Dr. Richard Hess, profesor de Antiguo Testamento y Lenguas Semíticas en el Seminario de Denver, aseguró que los textos de Qumrán no mencionan a los "hijos de Dios".

Ahora bien, esta afirmación de Hess es problemática. Justamente, esta es la pregunta en la que los apologetas se quedan sin palabras y deben recurrir a tácticas evasivas. 

¿Por qué Dios se presenta a sí mismo como asociado al politeísmo en algunos textos bíblicos?

Las evidencias muestran que los antiguos judíos no solo creían en la existencia de múltiples dioses, sino que el propio YHWH (Yahvé) se presentaba como parte de un séquito divino, como lo demuestran Salmo 82:2 y Deuteronomio 32:8.

Tanto en los mismos textos bíblicos como en los descubrimientos arqueológicos, se evidencia que el pueblo judío no siempre fue monoteísta, sino que su pensamiento religioso evolucionó desde la monolatría (Deuteronomio 6:4), pasando por el henoteísmo y, finalmente, hacia el monoteísmo.

Deuteronomio 6:4 dice: "Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es". Esta declaración no es, como comúnmente se interpreta, una afirmación de monoteísmo, sino de monolatría, ya que enfatiza la lealtad exclusiva a YHWH (Yahvé) frente a la existencia de otros dioses.

La palabra hebrea ejad (אֶחָד), traducida como "uno", no necesariamente implica una unidad compuesta, como argumentan algunos apologetas para defender la Trinidad. El término simplemente significa "uno" o "único" y se usa en diversos contextos para describir elementos individuales o conjuntos. Por ejemplo, en Génesis 2:24 se usa para referirse a la unión entre el hombre y la mujer como "una sola carne" (basar ejad), pero esto no implica una unidad compuesta en otros casos, como en Éxodo 12:46, donde se ordena que el cordero de la Pascua se consuma en una sola (ejad) casa. Decir que YHWH es "uno" no es evidencia de una pluralidad interna en la naturaleza divina, sino una afirmación de exclusividad en el culto.

El paso del henoteísmo —la adoración de un dios principal sin negar la existencia de otros— hacia el monoteísmo se refleja en textos posteriores y en su reelaboración teológica. Por ejemplo, el henoteísmo se observa claramente en pasajes como Deuteronomio 32:8-9, donde YHWH recibe a Israel como su porción mientras otros dioses reciben el resto de las naciones.

Pero esta evolución no solo ocurrió en la creencia del pueblo judío, sino que el propio YHWH, según los textos bíblicos y descubrimientos arqueológicos, se presenta inicialmente como una figura en un entorno politeísta. Ejemplos como las tablillas de Kuntillet ‘Ajrud, halladas en el desierto del Sinaí, muestran referencias a "YHWH de Samaria y su Asherah". Estas inscripciones sugieren que YHWH tenía una consorte, Asherah, quien era venerada en el ámbito popular como parte de un culto combinado.

Jerarquía en el Mundo Espiritual

Antes del monoteísmo que prevaleció, en el Tanaj se observa una jerarquía establecida en el mundo espiritual de la siguiente manera:

Elyón (El Altísimo):
Representa la autoridad suprema. Un ejemplo claro
es Deuteronomio 32:8-9, donde Elyón reparte las 
naciones entre los hijos de Dios y asigna a Yahvé la porción de Israel.

                                                4QDEUTJ = 4Q37


Elohim (Dioses, donde se incluye a Yahvé):
Este término se usa tanto para referirse a Yahvé como a

otros seres divinos en la asamblea celestial. Ejemplo:


Salmo 82:1: "Dios está en la reunión de los dioses; en
medio de los dioses juzga".

Éxodo 22:28: "No maldecirás a los dioses (elohim), ni
maldecirás al príncipe de tu pueblo", refiriéndose a jueces humanos y/o divinidades.

Terafines (Ídolos domésticos que protegían las casas):
Los terafines eran imágenes utilizadas para protección o adivinación en los hogares.


Ejemplo:

1 Samuel 19:13-16: Mical, esposa de David, toma un terafín
para simular la presencia de David en la cama y engañar
a los enviados de Saúl.

Es interesante que en la casa de David, el elegido por Dios para ser rey de Israel, hubiera estatuas de terafines.
Los textos del Tanaj evidencian que los terafines, a pesar de estar asociados con prácticas politeístas o supersticiosas, eran comunes incluso en hogares de personas que tenían una relación cercana con Yahvé. Esto muestra la convivencia de distintas prácticas religiosas antes de que el monoteísmo se consolidara.


Génesis 31:19:
Raquel roba los terafines de su padre Labán, lo que indica su importancia cultural y familiar.

Malajim (Mensajeros, ángeles):
Estos mensajeros divinos cumplían misiones específicas asignadas por Dios.

Ejemplo:

Génesis 19:1-22: Los ángeles enviados a Sodoma para advertir a Lot y destruir la ciudad.
Éxodo 23:20: "He aquí yo envío un ángel delante de ti para que te guarde en el camino".

A continuación, presento algunos ejemplos relevantes tanto del texto bíblico como de la arqueología que muestran la evolución del pensamiento judío sobre Dios y, además, cómo el propio texto bíblico refleja una pluralidad en la naturaleza divina.

Salmo 82:6 (Reina-Valera 1960):
"Yo dije: Vosotros sois dioses, y todos vosotros hijos del Altísimo."

El Salmo 82 describe una escena celestial donde Dios preside en la asamblea divina (elohim), juzgando a otros dioses:

Salmo 82:1-8 (Reina-Valera 1960):

  1. Dios está en la reunión de los dioses;
    En medio de los dioses juzga.

  2. ¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente,
    Y aceptaréis las personas de los impíos? Selah

  3. Defended al débil y al huérfano;
    Haced justicia al afligido y al menesteroso.

  4. Librad al afligido y al necesitado;
    Libradlo de mano de los impíos.

  5. No saben, no entienden,
    Andan en tinieblas;
    Tiemblan todos los cimientos de la tierra.

  6. Yo dije: Vosotros sois dioses,
    Y todos vosotros hijos del Altísimo.

  7. Pero como hombres moriréis,
    Y como cualquiera de los príncipes caeréis.

  8. Levántate, oh Dios, juzga la tierra;
    Porque tú heredarás todas las naciones.

En este contexto, los "dioses" son miembros del consejo divino a quienes se les ha encomendado la tarea de gobernar y administrar justicia en la tierra. Sin embargo, son reprendidos por su corrupción y negligencia. A pesar de ser llamados "dioses" e "hijos del Altísimo", son advertidos de que morirán como mortales debido a su incapacidad para cumplir su misión.

Deuteronomio 32:8 (Diversas fuentes):

Versión Reina-Valera 1960:
"Cuando el Altísimo hizo heredar a las naciones, cuando hizo dividir a los hijos de los hombres, estableció los límites de los pueblos según el número de los hijos de Israel."


Texto Masorético:
El texto masorético utiliza "hijos de Israel" (בני ישראל),

lo que sugiere una interpretación tardía que elimina

referencias a otros seres divinos.


Textos de Qumrán (4QDeutj):
En los manuscritos de Qumrán, Deuteronomio 32:8

conserva "hijos de Dios" (בני אלוהים). Esto muestra

una tradición más antigua, en la cual Elyón reparte las

naciones a diferentes deidades bajo su autoridad.


                                                4QDEUTQ = 4Q44








Septuaginta (LXX):
La Septuaginta traduce este pasaje como "ángeles de Dios"

(ἄγγελοι θεοῦ), una interpretación que armoniza el

politeísmo original con un monoteísmo más estricto, al referirse a los seres divinos como "ángeles".


Hay que decir que algunas recensiones de la septuaginta dice Hijos de Dios.

Estas diferencias reflejan el desarrollo teológico en la tradición israelita. El texto más antiguo (Qumrán) muestra una cosmovisión donde el Altísimo reparte las naciones entre otros "hijos de Dios". La Septuaginta suaviza esta idea al reemplazar "hijos de Dios" por "ángeles de Dios", mientras que el texto masorético elimina la referencia a seres divinos, sustituyéndolos por los "hijos de Israel".

En conjunto, estas variaciones evidencian cómo los redactores posteriores moldearon los textos para reflejar un monoteísmo más estricto, dejando entrever las raíces politeístas del pensamiento religioso israelita temprano.

Además, el texto masorético modificó deliberadamente la expresión "hijos de Dios" por "hijos de Israel". Si los redactores del texto masorético estuvieran seguros de que se referían a los ángeles de Dios (como aparece en algunas versiones de la Septuaginta), no habrían cambiado esta frase.

Evidencias arqueológicas del politeísmo Judio aprobado por el propio Yahvé.

​Las inscripciones de Kuntillet Ajrud, descubiertas en el desierto del Sinaí, revelan referencias a Yahvé y su consorte Asherá. Estas inscripciones se encuentran en fragmentos de cerámica y paredes de la estructura, mostrando la presencia de Asherá junto a Yahvé.

Para muchos especialistas la h final en yhwh šmrn w'šrth puede ser traducido como su: su Asherá. En ese caso Yahvé tendría una esposa.

Además, se han encontrado representaciones gráficas que acompañan estas inscripciones, como una figura humana con una mano levantada, posiblemente asociada a rituales de bendición. Estas evidencias sugieren que, en ciertos períodos, la adoración de Yahvé en Israel podría haber incluido la veneración de Asherá como su consorte. Sin embargo, es importante destacar que estas prácticas no fueron universales y que, con el tiempo, se estableció un monoteísmo estricto en la tradición israelita.

En conclusión, los apologetas modernos enfrentan serias limitaciones al intentar defender su posición únicamente con filosofía, ya que los propios textos bíblicos desafían muchas de sus afirmaciones fundamentales.



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