mayo 2012

Pedro Lara {Dev}

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Las prioridades económicas personales pueden incidir la conducta profesional

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Las prioridades económicas personales pueden incidir  la conducta profesional

Pedro Lara
13-05-201

Se ha dicho mucho que la buena educación empieza en el hogar, es cierto, los buenos hábitos  no se pueden adquirir de la noche a la mañana. Las personas que no están acostumbradas a un comportamiento cortés en el ámbito familiar se le hace muy difícil luego tomar estas posturas en otros ambientes, y si los toma  regularmente se percibe a simple vista que esta adquiriendo un comportamiento que no es propio de él.

Sin embargo, no sólo los hábitos de  de cortesía son aprendidos primordialmente en el hogar, sino que otros no menos importantes. Por ejemplo, los conceptos rudimentarios de economía también son aprendidos en el ambiente familiar. El ahorro, las compras razonadas y la importancia de la inversión en cosas prioritarias en  muchos casos depende de cómo se pensaba respecto a estos conceptos en la familia donde uno se ha educado.

Muchas personas invierten sus ingresos en cosas que no son de importancia primordial, sino que el fin es simplemente mostrar un estatus social que le podría dar el decir que tienen ciertas cosas a pesar que no sean prioritarias. Todos conocemos por lo menos  personas que ha simple vista podemos decir que ha hecho una inversión no prioritaria, como el que compra un automóvil y luego no puede utilizarlo porque no le alcanza para comprar combustibles, etc.

Actuar de esta forma errónea en lo que se invierte puede conducir a serios problemas económicos como incurrir en deudas que luego no se pueden pagar, y luego tratar de pagar deudas con más deudas. Si embargo, esto es decisión de cada cual. Siempre y cuando sus malas decisiones económicas no afecten a los demás puede hacer con su dinero lo que le parezca.

No obstante, estos problemas graves de economía si no se resuelven pueden ser arrestados por la persona que los padece hasta su ambiente de trabajo. Una persona con un desenfoque de inversión que desempeñe  un cargo público o privado  donde  regente sumas de dinero considerables tiene mucha probabilidad de mal administrarlos. Por esta razón el desenfoque económico de una persona es un problema que puede  no  circunscribirse  simplemente a su ambiente familiar.

De la misma manera como se dice que el mala paga es un potencial ladrón (perdonen la expresión), una persona desenfocada en lo que invierte a nivel personal puede resultar en un mal administrador.
Como se comporta una persona con respecto a que invierte su dinero puede ser un presagio de cómo se comportaría en una posición donde se administre dinero. 

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