Las prioridades económicas personales pueden incidir la conducta profesional
Las prioridades económicas personales pueden incidir
la conducta profesional
Pedro Lara
13-05-201
Se ha dicho mucho que la buena educación empieza en el
hogar, es cierto, los buenos hábitos no
se pueden adquirir de la noche a la mañana. Las personas que no están
acostumbradas a un comportamiento cortés en el ámbito familiar se le hace muy
difícil luego tomar estas posturas en otros ambientes, y si los toma regularmente se percibe a simple vista que
esta adquiriendo un comportamiento que no es propio de él.
Sin embargo, no sólo los hábitos de de cortesía son aprendidos primordialmente en
el hogar, sino que otros no menos importantes. Por ejemplo, los conceptos
rudimentarios de economía también son aprendidos en el ambiente familiar. El ahorro,
las compras razonadas y la importancia de la inversión en cosas prioritarias en
muchos casos depende de cómo se pensaba
respecto a estos conceptos en la familia donde uno se ha educado.
Muchas personas invierten sus ingresos en cosas que no son
de importancia primordial, sino que el fin es simplemente mostrar un estatus
social que le podría dar el decir que tienen ciertas cosas a pesar que no sean prioritarias.
Todos conocemos por lo menos personas
que ha simple vista podemos decir que ha hecho una inversión no prioritaria,
como el que compra un automóvil y luego no puede utilizarlo porque no le
alcanza para comprar combustibles, etc.
Actuar de esta forma errónea en lo que se invierte puede
conducir a serios problemas económicos como incurrir en deudas que luego no se
pueden pagar, y luego tratar de pagar deudas con más deudas. Si embargo, esto
es decisión de cada cual. Siempre y cuando sus malas decisiones económicas no
afecten a los demás puede hacer con su dinero lo que le parezca.
No obstante, estos problemas graves de economía si no se
resuelven pueden ser arrestados por la persona que los padece hasta su ambiente
de trabajo. Una persona con un desenfoque de inversión que desempeñe un cargo público o privado donde regente
sumas de dinero considerables tiene mucha probabilidad de mal administrarlos.
Por esta razón el desenfoque económico de una persona es un problema que
puede no circunscribirse simplemente a su ambiente familiar.
De la misma manera como se dice que el mala paga es un
potencial ladrón (perdonen la expresión), una persona desenfocada en lo que invierte
a nivel personal puede resultar en un mal administrador.
Como se comporta una persona con respecto a que invierte su
dinero puede ser un presagio de cómo se comportaría en una posición donde se
administre dinero.
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